Un gato me acompaña,
él me eligió (estoy seguro),
está a mi vera todos los días y todas las noches;
es mi mejor amigo.
Cuido a Misifú tanto, tanto que;
a veces,
siento unas inmensas ganas de llorar de amor.
Es emoción.
Soy feliz a su lado y él sé que también.
Cuido a mi mascota como cuido a mi familia,
porque mi mascota es mi familia.
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